Imagina que en toda América, la gente comenzara a plantar árboles en sus patios traseros adecuados para la ecología que llegará a sus áreas dentro de medio siglo. Imagina que algunos de ellos investigaron cómo era el clima en su vecindario hace 6000 años durante el Hypsitermal, otros simplemente observaron qué crece en climas a unas pocas centenas de millas más al sur, y otros más utilizaron cualquier otra guía que les pareciera atractiva. Imagina que dentro de cincuenta años, algunos de esos árboles habrán crecido hasta la madurez y luego proporcionarán alimento y hábitat para aves, insectos y otros seres vivos que se han reubicado con el cambio climático. Esa es la misma estrategia que utilizaron los cazadores de la Edad de Hielo para hacer que las tundras glaciares fueran más habitables en otra era de cambio climático. Un principio esencial para que funcione es que no debe estar organizado; sobre todo, no debe haber una lista oficialmente promulgada de plantas aprobadas. El disenso—la evitación deliberada del consenso—es esencial en tiempos inciertos. Cuando nadie puede saber de antemano cuál será la elección correcta, alentar a las personas a hacer tantas elecciones diferentes como sea posible maximiza la posibilidad de que algunas de las elecciones funcionen.