La tesis es simple: ETH y NFT están estratégicamente sincronizados, las instituciones están impulsando ETH y los NFT siguen siendo uno de sus catalizadores más fuertes para la demanda. Las empresas que adoptan la estrategia de reserva de ETH ahora participan activamente en el ecosistema. La mayoría de estos participantes son ultra ricos y, tarde o temprano, lucharán por la máxima flexibilidad: el JPEG más raro, todo mientras bombean sus propias bolsas. En este nuevo mundo, ETH a 10K y NFT de nuevo en un piso de 100 ETH ya no es tan loco.