El proyecto de ley de presupuesto republicano no solo es imprudente, sino cruel. Recorta drásticamente Medicaid y le quita la atención médica a millones de estadounidenses. Cierra hospitales rurales y recorta la asistencia alimentaria para nuestros veteranos y personas mayores. Aumenta las facturas de energía. Y podría desencadenar profundos recortes a Medicare y aumentar el déficit en 4 billones de dólares. Todo esto para dar una exención fiscal masiva a los multimillonarios. Los trabajadores merecen algo mejor.