Alexis Herman fue un pionero extraordinario que rompió las barreras persistentes y redefinió lo que es posible para muchos. Y lo que es más importante, trabajó para asegurarse de que esas puertas permanecieran abiertas para quienes la seguían. Como la directora más joven de la Oficina de la Mujer y la primera afroamericana en dirigir el Departamento de Trabajo, Alexis luchó incansablemente por los derechos de todos los trabajadores y promovió la equidad para las mujeres en la fuerza laboral. Fue una líder de inmensa integridad y determinación que será recordada como una de las defensoras más efectivas del trabajador estadounidense. Jill y yo enviamos nuestro amor a toda la familia Herman y a los millones de personas a las que inspiró a lo largo de su extraordinaria vida. Que descanse en paz.