Si los jueces federales se niegan a extender los nombramientos interinos de Trump, como lo hicieron en Nueva Jersey al reemplazar a Alina Habba por Desiree Leigh Grace, Trump debería dirigir inmediatamente al Departamento de Justicia para nombrar a un Abogado Especial para el Fiscal General en ese distrito. Este movimiento le permitiría reintegrar a Habba u otro aliado de confianza en la Oficina del Fiscal de los EE. UU. con una autoridad procesal significativa, eludiendo la necesidad de confirmación del Senado. Aunque no reemplazaría oficialmente a Grace, crearía una estructura de poder paralela capaz de dirigir investigaciones de alta prioridad y neutralizar la resistencia. Trump debería replicar esta estrategia en cada jurisdicción donde los jueces o senadores demócratas intenten bloquear a sus nominados. Es una maniobra legal y estratégica para eludir la interferencia judicial que asegura que su agenda se lleve a cabo a través del Departamento de Justicia independientemente de la obstrucción partidista.
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