Una de las cosas más importantes que he aprendido en los últimos 5 años de tener mi propia práctica legal es que está BIEN DECIR QUE NO. Reducir mi enfoque y no aceptar a cada cliente ha marcado una gran diferencia en el mundo. Realmente hay poder en tener la capacidad de decir NO.
Por ejemplo, muchos clientes piden la creación de entidades en las BVI. No puedo hacerlo directamente, así que solía actuar como intermediario entre un cliente y una firma que puede hacerlo. El esfuerzo no valía la pena y ahora los envío directamente a la firma. Hay MUCHOS casos así. Conoce tus límites.
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