Socio de Kleiner Perkins — y miembro de la junta de @Thrive Global — @mamoonha regresó recientemente de Hajj, la peregrinación islámica anual a La Meca. En sus propias palabras: “La fe es realmente importante para mí, y también está profundamente arraigada en cada encuentro que tengo con cada persona. Parte de la belleza del Hajj es que son dos millones de personas que vienen de todos los ámbitos de la vida, con todos los diferentes tonos de piel del mundo. Sin embargo, ante Dios, todos somos uno y todos somos iguales. Te arraiga en la pregunta: ¿cómo te tratas entre seres humanos? Eso se ha convertido en una brújula moral para mí. Cada interacción importa, ya sea con un niño de seis años o con un fundador multimillonario de treinta años. ¿Cómo te tratas entre tú y ellos? ¿Cómo les das respeto, dignidad y atención en ese momento en el tiempo? He tratado de vivir mi vida de esa manera. La fe me lo recuerda todos los días.” Mientras el mundo proporciona muchas señales insistentes, parpadeantes y de alto volumen que nos dirigen a escalar más alto en la escalera, casi no hay señales mundanas que nos recuerden mantenernos conectados con la esencia de quienes somos, cuidar de nosotros mismos en el camino, alcanzar a los demás, pausar para maravillarnos y conectarnos con ese lugar desde el cual todo es posible. Gracias, Mamoon, por recordarnos que hay más en la vida que nuestros trabajos, nuestras ambiciones y nuestras listas de tareas. Y que, al final, la vida se forma desde adentro hacia afuera.