La tecnología no es una ventaja competitiva. Nunca lo ha sido. Hay tantos ejemplos de empresas consolidadas copiando la tecnología de startups y aprovechando su distribución para aplastar a la competencia. Y los modelos de codificación de IA están haciendo que la tecnología sea aún menos defensible. Con modelos de codificación como Claude, asistentes como Cursor y herramientas de IA "sin código" como Lovable y Bolt, se está volviendo increíblemente fácil copiar productos y aplicaciones existentes con prácticamente ningún esfuerzo. Resulta que lo que realmente importa es lo que siempre ha importado: productos sólidos, efectos de red reales, distribución implacable y marcas que a la gente realmente le importan. Los ganadores se enfocarán en esas cosas, mientras que todos los demás se preguntan por qué su tecnología perfecta sigue siendo clonada hasta la irrelevancia.