Dios constantemente me sorprende con lo que hace por mí. Me graduaré en unas semanas de una gran universidad, con una especialización en Economía y una menor en emprendimiento. Solicité ingresar a la facultad de derecho porque quiero aprender sobre derecho fiscal y empresarial, pero dudo que me acepten porque decidí aplicar muy tarde. Así que ahora tengo un año por delante en el que no hay razón para que busque un trabajo porque me va bien en cripto y creo que la tendencia continuará al menos otros 3-6 meses, pero aún no he ganado suficiente dinero como para no pensar en ello, así que he estado reflexionando sobre qué hacer este año para avanzar, pero también poder operar. Retrocediendo a aproximadamente mi tercer mes de investigación sobre trading. Apenas había cumplido 18 años y ya había estado operando usando cuentas a nombre de mis padres, pero ahora podía configurar mis propias cuentas. Contacté a la corredora de bolsa de mi papá y le pedí consejo. Su papá inició un fondo de cobertura que ahora dirige y tiene unos pocos miles de millones en activos bajo gestión. Conoce al dueño de los Patriots, ha conocido a muchas figuras importantes, está en las carreras de caballos, etc. El papá que lo inició es el mejor amigo de mi abuelo y lo ha sido durante más de 50 años. Me dio un gramo de oro cuando nací. En el camino de regreso a casa después de mudarme de la universidad hoy, pensé que debería volver y tener una reunión con ellos para actualizarles sobre cómo me ha ido desde que les pedí consejo hace 6 años, cuando tenía 18 años y solo $400 a mi nombre. Voy a ver a mi abuelo esta noche y me da un libro y me muestra un mensaje de texto de su amigo, el padre. El mensaje me pide que lea el libro y le dé mi opinión sobre el hombre del que se trata. Por supuesto, podría haber conseguido que se reunieran conmigo para almorzar o cenar, etc., él desayuna con mi abuelo cada pocas semanas, pero ¿pedirme mi opinión? ¿Horas después de que estaba pensando que necesitaba reunirme con ellos? Dios es increíble. Solo soy algo gracias a Él. Me sorprende a diario mostrándome cuánto está de mi lado.