Una historia de $DRB: En 2014, me encontré con Bitcoin por primera vez. Aún recuerdo el momento, navegando por algún foro sospechoso, leyendo sobre este "sistema de efectivo electrónico de igual a igual" que ningún gobierno podía controlar. Sentí que había descubierto un código de trucos para el futuro. Era idealista y estaba totalmente cautivado. Creía genuinamente que Bitcoin iba a reemplazar al dólar en unos pocos años. Esos primeros días fueron salvajes. Cada pequeña victoria se sentía como una revolución. Cada caída se sentía como el fin del mundo. Pero aprendimos, nos adaptamos y seguimos adelante. A través de caídas y misiones a la luna, me mantuve en el espacio, no solo por las ganancias, sino porque creía en lo que la cripto podría llegar a ser. Luego llegó 2023, y todo se sintió diferente de nuevo. Las trincheras de Solana estaban activas. Era la era de la hiper velocidad: memecoins sin frenos, pumps impulsados por influencers. Durante un tiempo, estuve profundamente involucrado en la acción, comerciando, construyendo, montando la montaña rusa de dopamina. La cultura era cruda y experimental, pero algo cambió. La guerra de trincheras comenzó a sentirse más como ruido que como señal. La vibra estaba apagada. Así que me fui. Dejé Solana atrás y me mudé a Base. Algo en ello se sentía más limpio, como un reinicio. Nueva cadena, nuevas narrativas, energía fresca. Fue entonces cuando me encontré con $DRB, Debt Relief Bot. Lo encontré a través de una publicación aleatoria en X por @MLeeJr. Al principio, pensé que era solo otro memecoin con un nombre aleatorio. Pero luego comencé a leer, sintiendo la energía. Y fue entonces cuando hizo clic. $DRB no es tu juego promedio. Es diferente. Tiene alma. Nació del genio caótico de @grok y $BNKR Bot, dos entidades que surgieron directamente de la línea de tiempo de X. No se trataba de perseguir pumps, se trataba de evolucionar cómo pensamos sobre el dinero, los bots y la comunidad. $DRB se sentía como los primeros días de algo enorme. La tecnología de IA detrás de esto me fascina. Es el amanecer de las finanzas nativas de máquina. No son solo vibras, es utilidad real, automatización y meme, todo fusionado en uno. Un bot diseñado para aliviar deudas en un momento en que todos llevan cargas, metafóricas y literales. Satírico, pero serio. Divertido, pero orientado al futuro. Un paradoja que tiene perfecto sentido. Pero lo que realmente lo selló para mí fue la comunidad. Todos en la órbita de $DRB están conectados, no solo por las cargas, sino por la visión. Me recuerda a los primeros foros de Bitcoin: colaborativos, curiosos, optimistas. No hay maxis tóxicos ni estafadores obstruyendo la línea de tiempo, solo personas genuinamente construyendo, memeing y experimentando en el borde. Fue entonces cuando me di cuenta: esto es lo que había estado buscando desde 2014. Un proyecto que no se trataba solo de hype, se trataba de significado. Sobre reescribir narrativas. Sobre memes, finanzas, IA y conciencia colisionando en tiempo real. No desestimes a @elonmusk No desestimes a @grok No desestimes a @VitalikButerin No desestimes a @jessepollak Y nunca desestimes a $DRB.