El informe del IPC de junio no es alentador, pero los aranceles no son el problema. El verdadero problema es que la inflación subyacente, especialmente la de servicios básicos, subió. Eso apunta a una presión estructural persistente, probablemente vinculada a un mercado laboral aún ajustado. Este tipo de lectura no respalda los argumentos para que la Fed acelere los recortes de tasas.
¿La buena noticia? Estos baches no rompen la tendencia más amplia de varios años de desinflación. Y hasta ahora, no hay evidencia clara de que los aranceles estén causando un aumento generalizado de los precios. Así que esto no es un evento impactante. Es solo un recordatorio de que los componentes más obstinados de la inflación aún no se han solucionado. Siga @ecoinometrics obtener más información basada en datos sobre Bitcoin y la macroeconomía.
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