Solía tener un amigo, ni siquiera éramos particularmente cercanos, solo hablábamos un par de veces al año, y un día me llamó para invitarme a su boda, y por alguna razón incomprensible comenzó a contarme —sin que yo lo provocara— sobre todos los trucos que usaba regularmente para engañar a su prometida sin que ella lo supiera y cómo iba a tener que mejorar su juego al engañar después de la boda. Nunca volví a hablar con él después de esto. De vez en cuando pienso en eso y me pregunto si se lo contó literalmente a todos sus invitados y su esposa fue la única que no lo sabía. No tengo comentarios sobre la imagen de abajo, no conozco la historia y no es mi lugar juzgar, sin embargo, dado que internet en general se está riendo de ello, espero que todos podamos aprovechar la oportunidad para recordarnos que las acciones tienen consecuencias y que las personas, de hecho, se lastiman.